Había bañado el sol de la amanecida la plaza y ya se hablaba por allí de Manuel Carrasco. De sus canciones, de cómo había ido preparando el ambiente. Quizá de los recuerdos del concierto anterior, en 2019, para los que habían estado allí. Había gente acampada para estar lo más cerca posible de su ídolo. «Estamos desando verlo», decían sentados y mirando el reloj para pedirle que las horas pasaran lo más deprisa posible.

Y ya se sabe que cuándo se mira mucho el reloj pasa lo contrario, pero la hora del concierto se acercó. El sol se iba marchando por el oeste al que mira la plaza de toros, se abrieron las puertas, los madrugadores tuvieron su premio y los más rezagados encontrarían también su lugar, y en el escenario se movieron las luces. Empezaba el concierto, y un concierto es lo que se escucha y ve, pero también toda la expectación anterior.

Muchos escucharon en 2019 la canción que Manuel Carrasco había dedicado a Córdoba, muchos la conocieron a través de las grabaciones de entonces y todos se emocionaron cuando fue el propio músico quien la rescató en sus redes sociales muy pocas horas antes del recital. Si él estaba deseando empezar, ¿cómo estarían los demás?

Y no defraudó. Desde unas semanas antes no había ya entradas, algunos incluso querían sacar partido de la expectación gracias a la reventa, y toda la espera de semanas, de días, de horas, se dio por buena cuando Manuel Carrasco apareció en el escenario y desató la locura.

Clásicas
Si la energía se puede transformar en tantas cosas, la del cantante de Isla Cristina se hizo música, baile, fuerza y expresión de los sentimientos. Llegaba para presentar su disco 'Corazón y flecha' y de allí sonaron canciones que se han hecho clásicas en este tiempo, como 'Fue', pero tampoco podían faltar algunos de sus clásicos.

Con guitarra o sin ella, de una punta del escenario a otra o bien en el formato de la intimidad compartida con los asistentes, la emoción se desató con 'Qué bonito es querer', con 'Uno por uno', con 'Hasta por la mañana', y los que estaban en la arena y en las gradas no daban crédito. Toda la espera se tenía que dar por buena.

FUENTE Y ENLACE A LA NOTICIA: SEVILLA ABC

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