Avatar

OCT 15 Manuel Carrasco nos parte con su flecha el corazón (REVISTA)

Escrito por Esther_madrid, Madrid, domingo, 15 de octubre de 2023, 11:50 (201 dias hace...)

El artista onubense quiso celebrar en Pamplona su 7 de julio y su ‘Pobre de mí’ ante más de 6.000 fans que lo arroparon en el Navarra Arena

[image]

Fotos del concierto de Manuel Carrasco en el Navarra Arena Miguel Osés

Eran las 21:40h y sonaron ciertos silbidos del público que se impacientaba. A las 21:50 h. se volvieron a reproducir. Afuera, ese público había ido ingresando en el Arena sin apenas apreturas, desfilando por delante de un gran corazón flechado, que para eso la gira Corazón y Flecha.

A las 21:52 h. ya salió a escena Manuel Carrasco andando por la plataforma. Un saxo había tocado con las luces apagadas el “uno de enero, dos de febrero...”. Pequeño espejismo popular porque el avance épico de Carrasco por la pasarela, con un timbal marcando cada uno de sus pasos, terminó con el intérprete blandiendo un arco y disparando al aire una flecha de fuego que se disolvió en su ascenso.

Detrás, una hilera de ocho cañones de fuego lanzaron su contenido al aire. Era el comienzo de un gran espectáculo sonoro y audiovisual. Un enorme corazón ocupaba todo el escenario oblicuamente, y detrás la enorme pantalla de vídeo se unía en un sumatorio de estímulos visuales a las hileras verticales de focos led y a las proyecciones estrelladas. Las que parecían cortinas que cerraban los laterales del enorme escenario eran en realidad tubo de una enorme estructura led que se sumaban al complejo audiovisual.

El inicio fue con el tema 'Corazón y flecha'. Manuel evolucionaba por la pasarela lanzando miradas e invitaciones concretas para ganarse al público alrededor, girando y brincando y volviendo a fondo de escenario para interactuar con sus músicos y con un cámara que le buscaba en el escenario para dar primeros planos en los que Carrasco nos miraba de frente y nos invitaba a ser partícipes de cada mensaje.

Era un tipo de realización audiovisual en el que nos metía al público dentro de su círculo de acción, bien visualizado por las dos gigantescas pantallas de vídeo en 4K que ofrecían excelente calidad visual.

Y siguió con 'Tambores de guerra', preciosas las proyecciones temáticas en cada canción que iban dibujándose con todo tipo de motivos. Con 'Hay que vivir el momento', y 'Me dijeron de pequeño' fue subiendo la temperatura emocional. Hasta el punto que aprovechó ese impás para hacer una gran alocución comentando su suerte de gira. “Quiero vivir a tope los momentos que me quedan en el par de conciertos que aun restan. Así que, Pamplona, para mí este va a ser mi 7 de julio y mi ‘Pobre de mí”, exclamó.

Era el mejor ejemplo de su enorme facilidad para conectar con el público que era partícipe de su espectacular manera de conducir emotivamente cada momento. Hasta el punto de que antes de cantar 'Coquito', su hermosa canción de amor devocional por los niños, llegando hasta el borde de la pasarela, vio uno de los muchos carteles que desplegaba el público en su honor. Una niña llamó su atención y la hizo subir al escenario. Fue un momento tierno y bonito, sin impostura y muy de corazón, muy cómplice con María la niña que emocionada lloraba. Aquello acabó bien porque María pudo saludar incluso a sus primas...

Después llegaron 'Vamos a contar mentiras' y un tremendo medley en un arreglo non stop con 'Y ahora'/'Bailar el viento'/'Siendo uno mismo'/'Sígueme...'.

Ahí comenzó otro momento. Los siete músicos que le acompañaban (cinco de ellos, cinco, le hacían coros) abandonaron el escenario para dejarle ser tremendamente protagonista con su guitarra y su voz. Así interpretó en un gran homenaje 'Agua' de Pau Donés. Y lanzó en su final un beso al cielo. Muy premiado por el público que cantó con él logrando un momento mágico muy íntimo. Y siguió en un registro muy entregado y enrabietado interpretando 'Yo te vi pasar'.

Aquel misil emocional a guitarra y voz continuó con otro homenaje, esta vez a Camarón, con 'Volando voy' que fue más que espectacular.

Con todos los músicos de nuevo en escena, buscó otro momento total en cuanto a implicación y conexión con el tema ' No dejes de soñar' que puso a todo el mundo en pie y encendió las luciérnagas de los móviles en un universo de estrellas.

Cercano una vez más a la gente, se acercó a saludar y cuasi abrazar a los de las primeras filas mientras interpretaba 'Déjame ser' que tuvo una gran intervención del saxo tenor. Desde la pasarela jaleaba exhibiendo un tremendo nivel de energía en el aflamencado y rumbero 'Eres', siempre con esa sonrisa eterna que él sabe exhibir. "Pamplona, que nos duela el cuerpo de felicidad y vamos a vivir intensamente lo bonito que es querernos, que hoy estamos aquí y mañana... ya veremos". Fue su declaración de principios para iniciar la que sin duda es una de sus mejores canciones 'Que bonito es querer'.

Con 'En el bar de los pesares' lanzó a sus músicos a un rotundo momento de rock aflamencado con sentidas intervenciones de su hermano David en el saxo y de Rober Sánchez en la guitarra solista.

Después, mientras se presentaba audiovisualmente como reels de Instagram, Manuel Carrasco apareció entre las gradas para cantar 'Volviste' y darse otro homenaje de público y de saludos.

A aquello había que variar un poco el nivel de energía y así llegó otro momento de intimidad, pero esta vea a piano y voz. Fue cantando 'Soy afortunado', 'Que nadie' en un bonito dúo con la corista Pucci y la 'Mujer de las mil batallas' que fue una sentida dedicación a todas esas mujeres que pelean tan duro con el cáncer. La imagen simbólica de una mujer con el pañuelo anudado en su cabeza desnuda fue su broche de oro.

Con la banda, y de nuevo en clave de pop aflamencado en medio tiempo, interpretó 'Fue' para que el público le diera relevos cantados y sentidas palmas al compás. 'Ya no' devolvió Carrasco a expresarse y a jalear desde la pasarela. Con 'Aprieta' volvió a las hechuras del pop rock intenso y entregado que puso en pie e incondicionalmente a todo el Arena.

Aquello era un auténtico acelerón final que continuaba in crescendo con 'Amor planetario', o 'Tan solo tú'. Manuel derrochaba borbotones de energía desde la pasarela y con todos sus músicos (menos batería y percusión) alineados al borde del escenario. Fueron los momentos de 'Yo quiero vivir' y de 'Hasta Por La Mañana'.

Y aún hubo más, con el pañuelo rojo anudado al cuello y solo con guitarra y su voz interpretó en la pasarela una canción dedicada a Pamplona, con una letra que describía los rincones más emblemáticos de la capital navarra. Tremenda emoción final y, cómo no, el público cayó rendido.

Y qué quieren que les diga. Manuel Carrasco triunfó en el Arena por simpatía, energía, entrega y ese talento innato que tiene y que crece y crece, con el envoltorio de un enorme espectáculo visual y sonoro. Después de algunas apariciones cercanas por el mismo escenario, yo no tengo ninguna dificultad para diferenciar un gran concierto de una sesión de karaoke. ¿Soy un purista?

REPORTAJE DE: SANTI ECHEVARRÍA

FUENTE Y ENLACE A LA NOTICIA:DIARIO DE NAVARRA

--
[image]

RSS Feed de este hilo
powered by my little forum