Estos días me ha pasado una de las cosas más bonitas que le pueden pasar a uno, ni todos los premios del mundo son comparables a este, porque este nace desde el corazón y el amor.

A lo largo de estos años siempre tuve presente que cuando hablo o canto no lo hago por mí solo, mi voz es también de los que no la tienen o no cantan, o de los que cantan y no se les escucha. Es de ellos porque nace de todos juntos, se forjó en un cuarto de ensayo, desde donde duelen las cosas, desde el sentimiento más puro.

Isla Cristina, el lugar de mi infancia, de mi juventud y de mi vida. La de la gente sencilla compartiendo, la de la brisa de la mar al despuntar el día, la de los temporales y al mal tiempo buena cara, la niña orgullosa que no se rinde.

En esta fachada, en cada trazo, están todos los bloques, desde el 1 al 8. Está mi mare y mi pare, mis hermanos, mi abuela, mis tios, mis amigos, el kiosko del cochino, los fandangos del sequero, los mariscaores con su rastro, los números de la lotería resonando al caer la tarde, la cuesta dolores, la murga del cano, mi primer conejo de la suerte, trasquilina el burro encima, mi primer beso escondido, mis primeros miedos, el bocadillo en el recreo, el palacio del carnaval, la época donde no había teléfono y otros tantos infinitos recuerdos…

El corazón se me sale para contaros de dónde vengo, pero aunque se salga siempre esta ahí en la gente, en el viento que juega con la ropa tendía.

Isla Cristina, gracias por este gesto, ahí sigo por siempre porque nunca me fui.

PD: Al gran artista VÍCTOR (Victor Konestilo), por su sensibilidad y su arte, GRACIAS DE CORAZÓN. Siempre serás uno de los nuestros.

Y a Chico, el alma del El Mar De Isla Cristina, por su ilusión, por luchar con tanto cariño por el pueblo. Te queremos.

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